jueves, 9 de septiembre de 2010

¿por qué hemos de morir?

  • La vida  eterna es un infierno
  • ¿La muerte es un castigo?

9 comentarios:

  1. Los seres humanos hemos inventado los castigos para aplicarlos a una mala acción que siempre trae una consecuencia de carácter punitivo orientada a que la persona infractora aprenda de su error y no vuelva a cometer tal mala acción.

    La muerte no deja de ser si no el punto final del proceso biológico de todos los seres vivos, y nosotros, los creadores de los castigos, no podemos impedir que este proceso continúe sin finalizar con la muerte. El único método al alcance de los seres humanos para dominar la muerte es propiciándola, por lo que exclusivamente se puede hablar de la muerte como castigo si éste es impuesto por otra persona, como es el caso de la pena de muerte (dejando a un lado que esto sea ético o no).

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  2. Elena Cristina Navarro Reyes: no podemos considerar la muerte un castigo ya que una vida eterna sería un suplicio. Todos llegamos a un punto en el que no podemos articular palabras, o somos más una carga que otra cosa o un motivo de lástima para la gente que nos quiere. Ellos no quieren vernos sufrir por ser demasiado mayores o tener enfermedades, igual que nosotros no querríamos ver sufrir a un ser querido y antes de que sufra prefieres que muera en paz y descanse. Por tanto, la muerte es algo que debe llegar y no porque sea un castigo, sino porque es lo que está destinado para todo el mundo.

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  3. Laura fernandez palco: Yo creo que la muerte no se puedo considerar como un castigo, porque si lo veriamos asi las personas viviriamos con miedo de hacer algunas cosas pensando en que nos puede llegar la muerte.
    Para mi la muerte es algo irremediable que desgraciadamente nos ocurre a todos y que nos llega antes o despues y tampoco hay que verla como algo fastidioso sino como algo que es asi y no se puede pensar que es un castigo, es un proceso mas de la propia vida.

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  4. Lucía Ursua Fernández

    Por qué nos afecta tanto la muerte de un ser querido
    Diferencia entre la muerte de un ser querido y un animal
    Desde el inicio de los tiempos el hombre ha domesticado animales. Al principio tenía unos fines meramente prácticos como puede ser el que le ayudara en las labores de pastoreo o vigilancia, pero con el paso del tiempo se ha buscado más al animal domestico como un compañero sin ninguna utilidad más que la de dar compañía.
    Los seres humanos somos, por encima de todo, sociales y esto afecta también a la relación que tenemos con nuestras mascotas. Solemos tener estos animales desde que son unos débiles cachorros a los que hay que cuidar y ayudar a salir adelante. Esto hace que en seguida establezcamos unos lazos de protección con el animal, con el paso de tiempo estos lazos se van haciendo más fuertes y, en ocasiones, llegamos a olvidarnos de la naturaleza animal del mismo asignándole una serie de sentimientos y capacidades que, por su naturaleza, no tiene.
    Esto nos lleva a vivir la muerte del mismo como un momento trágico y lleno de dolor. Es normal que, al acostumbrarnos a la compañía y a la dependencia que estos animales tienen de nosotros, nos duela de una manera especial su muerte. No debemos olvidar nunca que nuestro animal de compañía no deja de ser eso, un animal. No podemos considerarlo como una parte más de la familia y atribuirle sentimientos e incluso pensamientos propios de los humanos, tenemos que tener en cuenta que los lazos que establezcamos con el animal son, en una gran parte, unidireccionales, ya que él no tiene las capacidades cognitivas necesarias para establecer una reciprocidad.
    Teniendo en cuenta esto último entenderemos que la muerte de un animal no es algo tan trágico y traumático como muchas veces lo vivimos.
    En el caso de los seres humanos no es así, ya que, en este caso, estamos hablando de una persona con las mismas capacidades cognitivas que nosotros, con un potencial de aprendizaje y desarrollo personal increíble, una capacidad sensible que sobrepasa en mucho la de cualquier animal y, sobre todo, un alma.
    Todos estos factores hacen que la muerte de un ser querido sea, principalmente, el final de un montón de posibilidades de establecer nuevas relaciones, de reflexionar, de conocernos mutuamente, de aprender de esa persona, etc. Además, al tener nuestras mismas capacidades cognitivas y nuestra misma inteligencia sensible, el nivel de relación que estableceremos con dicha persona es mucho más intenso y rico que el que podemos establecer con un animal, ya que la persona puede correspondernos en todos los sentimientos que tengamos hacia ella, haciendo nuestros lazos de unión mucho más fuertes e intensos.
    Por otro lado no podemos olvidar que la muerte de una persona supone un fin, como he explicado antes, pero también supone una nueva etapa en su vida, ya que, aunque su cuerpo muera, su alma sigue viva y, desde un punto de vista cristiano, seguirá viviendo con Dios. Esto hace que la muerte de un ser querido tenga muchas más implicaciones que la de un animal.

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  5. Suponer la muerte como un castigo seria dar a considerar que la nuestra vida está considerada también un castigo ya que toda vida humana acaba con la muerte. Considerarla como un castigo también seria suponer que toda muerte es el fin de los fines sin poder ni siquiera plantearse la posibilidad de una vida posterior. Si una persona durante toda su vida se ha dedicado a ayudar a los demás, a querer, a tener paz… ¿porque al final tiene que ser castigado? La muerte es el fin de un proceso, de un ciclo de la naturaleza y tiene que ser considerado como tal.

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  6. La muerte para algunas personas puede ser un castigo, no deseada o una salvación.

    Hay personas que ven la muerte como un castigo,por algo que han hecho durante su vida,y creen que deben ser castigados.

    Otros piensan que no han aprovechado la vida al máximo, y tienen la sensación de que no han hecho todo lo que tenían que hacer, y no desean morir, por lo que es inoportuna.

    Para otras la muerte es un regalo, una oportunidad para abandonar la vida en la que viven, una salida. Por ejemplo, una persona enferma, que está apunto de morir, y está sufriendo mucho. Lo que desea es morir,para descansar empaz, y escapar de esa angustia y dolor. La muerte es inevitable, y la vida humana eterna es imposible y además sería un martirio.

    Marta del Campo González

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  8. Saioa Esain Lizaso:

    ¿La muerte es un castigo?

    La muerte no se considera un castigo ya que una vida eterna sería un suplicio, infierno, ya que con el paso del tiempo vamos perdiendo facultades tanto físicas como mentales llegando a un punto en el que no podemos articular palabras, o somos más una carga o un motivo de lástima para los demás. La muerte es algo que debe llegar y no porque sea un castigo, sino porque es lo que está destinado para todo el mundo, ya que le da fin a ese sufrimiento que se genera cuando ves a alguien querido o te ves a ti mismo incapaz de hacer las cosas como las harías antes.

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  9. La muerte cierra el ciclo biológico de todos los seres vivos. Para quien piensa que después de la muerte no existe nada más, es posible que vea la muerte como un castigo, ya que lo único que desea es vivir cuanto más pueda. Se puede pensar de este modo, que al actuar mal puedes morir antes de lo esperado, o de forma muy dolorosa. Así la muerte si sería un castigo, porque no hay ninguna razón para dejar de vivir, no hay nada después de la muerte.
    En cambio, para quien piensa que existe algo más después de la vida terrena, la muerte supone el "desprendimiento" del cuerpo, es decir, de lo material, quedando únicamente nuestra alma. Desde este punto de vista, la muerte no es un castigo, sino que es la entrada a la vida eterna.

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